Las rocas metamórficas son las que se
forman a partir de otras rocas mediante un proceso llamado metamorfismo. El
metamorfismo se da indistintamente en rocas ígneas, rocas sedimentarias u otras
rocas metamórficas, se produce cuando estas rocas se ven sometidas a altas presiones,
altas temperaturas o a un fluido activo
que provoca cambios en la composición de la roca. Al precursor de una roca
metamórfica se le llama protolito. Algunos ejemplos son el esquisto, la
cuarcita o el mármol.
Los paisajes de rocas metamórficas pueden ser bastante
variados. Algunas rocas como las cuarcitas y los gneises son muy resistentes a
los procesos erosivos y originan resaltes en el paisaje. Otras como las
pizarras suelen originar relieves suaves con lomas convexas.